Raner Madsen

Es hijo de campesinos que cultivaban arroz y maíz, hermano menor de Einar y oriundo de las islas del norte del mundo. A pesar de vivir en un territorio hostil lleno de saqueos y peligros, se adentraba en los bosques a cazar diversos animales. El bosque y las praderas alejadas de toda civilización siempre fueron sus lugares de paz y tranquilidad. En ocasiones se perdía por días o semanas y volvía a casa aprovisionado para evitar los castigos de sus padres. Tenía una buena relación con su hermano mayor, ya que nunca cuestionaba sus incursiones, a pesar de tener que trabajar el doble para cubrir la cuota de labor que dejaba su hermano pendiente en los campos de cultivo. Raner compartía la filosofía de Einar de que solo debían trabajar para ellos y no para un jarl corrupto, por lo que apoyó a su hermano cuando este desafió al jarl a muerte con quince años. Fue así como, estando su hermano en el poder, se dedicó al tráfico de pieles, trabajo que se le daba excelente.

Cierto día, su hermano le pidió que lo acompañase a una incursión en las aguas oscuras mucho más al norte, pero Raner desistió y se quedó en la isla. Tras varias semanas transcurridas, el pueblo se vio sumergido en el caos, ya que el V6 había enviado un ejército conquistador que destruyó y asoló todo. Solo quedó Raner y un puñado de hombres que lograron resistir junto a él defendiendo la única aldea en pie que quedó.

Einar fundaría el cuerpo de mercenarios Vástagos de la Muerte y Raner lo seguiría, aprendiendo el arte del Nen de su propio hermano. Ese día, los hombres y mujeres que lucharon a su lado para defender la aldea le juraron lealtad al Lobo Blanco, apodo que se ganó Raner por su destreza en combate y su distintiva piel de lobo albino que lleva sobre él.